A totes les mares lectores, a qui els agrada la lectura i no perden l'oportunitat de contagiar l'amor pels llibres i les històries als seus fills, els dediquem Mamà caperucita (Un mundo de mamás, Ed. Comanegra).
Mamá caperucita
Mamá Caperucita no lleva cestas con pastelillos ni miel, sino que siempre lleva papel y bolígrafo. Tampoco va a visitar a su abuelita, va, sobre todo, a visitar bibliotecas y liberías y las recorre como si fuesen un bosque familiar. Y todo porque Mamá Caperucita no teme al lobo, sino a la falta de tiempo libre y a no tener la oportunidad de leer un rato, un ratito, cada día.
Sí que es cierto que tiene una capucha de color rojo con el extremo doblado hacia fuera, conocida como caperuza o caperuzón. La primera vez que leyó el cuento quiso tener una igual a la de la protagonista, y recortó un viejo abrigo para fabricarse la suya. Muchas veces se la ha puesto para leer debajo de un árbol y la caperuza la ha resguardado de la lluvia, del sol y del frío. Mamá Caperucita siempre esta buscando cosas que le protejan de todo aquello que le impida realizar lo que más le agrada de este mundo: un libro, un mundo de páginas dispuesto a mostrarse, un cuento, una historia... Y decidió que sus hijos tenían que compartir con ella estos momentos porque
para leer con tranquilidad la mejor táctica es que
alrededor de uno haya otras personas leyendo.
Así que Mamá Caperucita leyó para ellos al lado de la cuna, en la bañera, empujando el carrito de bebé, a la hora de dormir entre sábanas, en viajes y vacaciones, en la playa y en la montaña. Ahora Mamá Caperucita está rodeada de un ejército que despliega libros sin cesar y que jamás perdona a quien ose interrumpir la calma de los lectores.
Il·lustració d'Eléonore Thuillier.
1 comentari:
thats a sweet illustration ♥
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